Feedback es sinónimo de retroalimentación. Aplicado al ámbito de la docencia podría definirse como respuesta o reacción del interlocutor a su emisor, pudiendo provenir ésta de cualquiera de los agentes que intervienen en el proceso de enseñanza – aprendizaje. El feedback negativo es el que contrarresta ciertas acciones y no permite avanzar, mientras que el feedback positivo es aquel que evoluciona hacia un nuevo estado de equilibrio.

El feedback es una herramienta de comunicación interpersonal que nos permite manifestar a nuestros interlocutores, de manera verbal o no, el efecto que causan en nosotros sus palabras o acciones.

En este post, nos centramos en cómo obtener o saber si estamos recibiendo la respuesta correcta de nuestro alumno durante la clase. El feedback es imprescindible en la relación entre profesores y alumnos. Enriquece el propio proceso y fomenta el aprendizaje. Por ejemplo, recibir comentarios sobre cómo te comportas o cómo haces las tareas, permite al alumno saber qué estás haciendo bien, qué puede mejorar y en qué está fallando. El feedback te permite llegar más lejos y ajustar tu actitud y tus acciones.

Pero es importante saber manejarlo como profesor, la valoración que des va a provocar un comportamiento o reacción en el alumno, por lo que debes tener en cuenta que no se puede aplicar de la misma forma a todos los alumnos. En nuestras clases particulares es más sencillo aplicarlo ya que la atención personalizada nos permite conocer mejor las destrezas de cada uno.

Como docente, es importante que en tu clase centres el feedback en las tareas que el alumno realiza y no en el alumno en sí mismo, marca objetivos de manera clara y concisa para que no intervengan factores subjetivos, no abrumes con demasiados comentarios, centra tu valoración en lo principal, si necesitas hacer comparaciones, hazlas entre estándares establecidos o generalidades no compares entre compañeros, no interrumpas a tus alumnos cuando estén intentando resolver algo por ellos mismos ni indiques sólo lo que está mal, márcales pautas para que mejoren en aquello que no han conseguido, y hazlo a tiempo, a tiempo de que puedan mejorarlo.

Pero nunca olvides que el feedback, es retroalimentación, obtener respuesta, y que tú, como docente, puedes obtener respuesta por parte de tus alumnos, y ellos pueden pedirte aclaraciones.