Hay veces que los alumnos se bloquean ante la preparación de un examen, una revisión o un trabajo. Este bloqueo que puede parecer momentáneo a primera vista, puede acarrear problemas de comprensión más adelante y es, en este momento, donde entran en juego las clases particulares.

A lo largo del proceso de enseñanza aprendizaje, hay alumnos que se enfrentan a dificultades escolares. Múltiples factores hacen que el alumno no se adapte correctamente a la programación didáctica; por su forma de ser, de afrontar los problemas, por las aspiraciones personales, por las habilidades sociales o comunicativas… Esto, impedirá un desarrollo por parte del estudiante y puede conllevar problemas que requieran más atención a lo largo de su crecimiento.

Muchos niños en edad escolar son capaces de sacar buenas notas, pero aun así su rendimiento es escaso, y deficiente y con el tiempo va disminuyendo. La falta de motivación y los problemas de atención son los motivos más frecuentes de esta clase de problemas. Por más voluntad que pongan los padres en ayudar a los niños en su educación, muchas veces no se logran los resultados deseados. Por esto, las clases particulares son un recurso al que acuden muchas familias, para ayudar a los alumnos a mejorar en aquello que tienen más dificultades, ya sea una materia curricular o aprender a organizarse y estudiar.

En las clases particulares utilizamos un método didáctico muy activo, reforzado con el temario y ejercicios adaptados y personalizados a cada alumno. El alumno es la parte más importante de nuestras clases. Estamos para ayudarle de la forma que mejor entienda lo expuesto, más lo aproveche y más se adapte a cada uno. Las clases se ajustan al ritmo, al desarrollo y a las necesidades de cada alumno. Es función del profesor profundizar en los contenidos que el alumno no ha podido asimilar en el centro y ayudarle a tener unas herramientas para que el estudiante logre los objetivos por sus propios métodos. En definitiva, ser su guía para ayudarle en su desarrollo.

El profesor particular le dedica su total y exclusiva atención. El alumno es el centro de atención durante la sesión y tiene que estar alerta de cualquier necesidad que se plantee. Reforzando las dudas específicas y profundizando según sea el nivel educativo. El docente sabrá evaluar al alumno y reconocer sus carencias.

«El acompañamiento escolar no existe para suplantar la enseñanza de los centros, sino para completarla»

El profesor particular conocerá las debilidades de sus alumnos a la hora de enseñarles con más sencillez que en el centro, por lo que el ambiente que se genera es más informal y el niño se expresa con más espontaneidad. Dentro de este ambiente, el profesor solo tiene que prestar atención a su alumno y ayudarle a exprimirle.

En muchas ocasiones, las familias vienen a nosotros en busca de un apoyo para saber afrontar los problemas de aprendizaje que tienen sus hijos. Para nuestros alumnos, es importante recibir atención de un adulto que cumple la función de profesor y que tiene las destrezas que necesitan.

Entre familia y centro educativo, tienen que ayudar a relanzar el mensaje de que el profesor particular no es un castigo, sino una ayuda para llegar a los conocimientos que les exigen. Las clases particulares se han vuelto una necesidad para suplir las carencias del sistema escolar o para afianzar los contenidos que ésta no logra transmitir eficazmente a los alumnos.

Los profesores particulares son unos profesionales que brindan ayuda de la manera más cercana y más fácil de entender pasando a formar parte activa en el estudio y comprensión, transmitiendo al niño una forma de ver el estudio y de afrontarlo de una manera constante. Gracias a esa dedicación, los objetivos alcanzados podrán ser usados de una manera transversal en el día a día de cada alumno dentro y fuera del aula.