El bachillerato, ese periodo de la vida de un alumno, donde va a sufrir cambios a nivel emocional, hormonal y de responsabilidad. Los adolescentes, cuando comienzan el bachillerato dejan de ser niños, académicamente hablando, para convertirse en semi-adultos, y pronto empiezan a darse cuenta de que las notas de bachillerato son muy importantes. Deben gestionarse ellos mismos su tiempo de tareas, de estudio y como no, el ocio. Pero puede ser una época complicada si no saben priorizar cada una de las facetas de su vida tanto personal como académica. Y tienen que ser conscientes de la importancia para su futuro académico de estos dos años de bachillerato.

La nota del bachillerato es una parte muy importante de la nota para acceder a la universidad, de hecho es un 60% de esta nota. Esto quiere decir que hay que intentar sacar la máxima nota posible desde el primer minuto de estos dos años.

Estos dos cursos tienen que servir para aprender a gestionarse, ya que ahora los profesores no van a estar tan encima de estos alumnos como en la enseñanza obligatoria y normalmente los padres tampoco. Ahora el alumno si está estudiando bachillerato es porque quiere estudiar, cosa de la que hay que ser muy consciente.

Si se consigue llevar un calendario y un horario, y seguirlo rigurosamente, por supuesto, hay tiempo para todo y además se mejorara mucho el rendimiento académico. Es muy importante la organización. Hay momentos para el estudio y momentos para el ocio, los dos son necesarios para un eficiente rendimiento académico.

En estos estudios no debemos dejar todo para los últimos días. Hay que ser muy consciente de que si no se es contante a la hora del estudio diario y pretendemos estudiar todo el temario en muy poco tiempo el examen no nos va a salir bien, aunque puede que aprobemos, hay que pensar que si nuestra intención es ir a la universidad no nos vale con aprobar. No es agradable quedarse fuera de la carrera que quieres estudiar por unas décimas y pensar que esas décimas las podías haber sacado siendo más constante en bachillerato. Y hay que ser consciente que una elección de nuestra está orientando muy probablemente toda nuestra vida laboral.

La nota media que conseguimos con bachillerato es la media ponderada de todas las asignaturas cursadas. Hay que ser muy conscientes de esto y no descuidar ninguna asignatura por muy sencilla que sea, es más, si realmente te parece sencilla aprovéchala para sacar la mejor nota posible. Además de aumentar el esfuerzo para las asignaturas más exigentes, aunque sea con apoyo externo como por ejemplo clases particulares.

Hay carreras donde no hay nota de corte, con un 5 ya puedes matricularte, únicamente hay que tener bachillerato y la evau aprobadas.

Pero hay otras carreras con más demanda (o menos oferta) que las plazas son muy disputadas.

Por ejemplo en el curso 2019-20 en la universidad de Zaragoza carreras como biotecnología, matemáticas o física pedían una nota de corte de más de 11 puntos (sobre 14), otras carreras como Administración y dirección de empresas, magisterios o derecho exigen más de un 8 sobre esos 14 puntos. Entre las carreras que no piden nota de corte están algunas ingenierías, economía, geología, óptica o relaciones laborales.

Estas notas de corte van cambiando anualmente, dependiendo de la oferta y de la demanda de cada carrera, por lo cual no es conveniente relajarse durante el bachillerato aunque queramos cursar una carrera donde en los últimos años no hayan pedido nota de corte, ya que el año que te toque acceder a la universidad ha podido subir la nota de corte.