Parece que el trabajo en equipo es un concepto moderno, pero en realidad existe desde que el ser humano empezó a vivir en pequeñas comunidades y necesitaban la ayuda unos de otros para sobrevivir y prosperar.
Es cierto que desde hace unos años es cada vez más importante el trabajo en equipo. No solo a nivel laboral sino en otras áreas como en los estudios, en el deporte o dentro de la familia.
La importancia del trabajo en equipo en cualquiera de las áreas viene dada porque cuantas más personas se dediquen a una tarea de manera comprometida mejores resultados se conseguirán, debido a que los puntos débiles de un miembro del grupo pueden ser los fuertes de otro. Digamos que se complementan los puntos fuertes de cada uno.
Hay estudios que acreditan que un trabajo realizado por dos personas es mucho más completo y tiene un mejor resultado, que si juntas dos trabajos de los mismos dos individuos por separado. Hay que ser conscientes de que al dividir el trabajo, las tareas son más sencillas y rápidas lo cual mejora la productividad.
El trabajo en equipo hace que aumente el aprendizaje, ya que se comparten experiencias, puntos de vista y conocimientos.
Crece la confianza y aprendes a confiar en los demás, a parte del sentimiento de pertenencia a un grupo, generando un ambiente mucho más ameno, con todas las ventajas que eso conlleva.
Compartir los éxitos del trabajo en equipo hace que las relaciones entre los miembros del grupo mejoren y que, al compartir esos éxitos entre más de un individuo, se disfrute más del éxito.
Compartir la información y la comunicación dentro del grupo es muy importante, trabajar en equipo requiere colaboración y compañerismo. Aparte de organizar las distintas tareas para los miembros del equipo, hay que marcar unas dinámicas de trabajo y una gestión de equipo que garanticen la autoestima de cada miembro, mejorando el rendimiento del equipo de trabajo.
Hay que tener en cuenta que la manera de conseguir los objetivos es que todos los miembros del equipo sean conscientes que la única manera de conseguirlo es juntos, el esfuerzo que cada uno realiza repercute en todo el equipo y, sobretodo, da una resolución de conflictos constructiva.
No todo el mundo tiene facilidad para trabajar en equipo, es más complejo que trabajar solo, ya que requiere conocer cómo funciona cada persona. Es muy importante promover la confianza y la comunicación dentro del grupo.
Hay factores que pueden hacer que el trabajo en equipo no salga como se desea.
Tiene que haber unas metas claras, cuando estas metas no son específicas o no se transmiten de manera correcta a todos los miembros del equipo afecta mucho a la cohesión del grupo, lo que afecta al objetivo final.
Dentro de un grupo, tan malo es un miembro que quiera llevar más parte de la responsabilidad y tareas de las que le corresponden, como de menos. Para evitar esto, los roles y las tareas de cada uno tienen que estar bien definidas.
La confianza es otro aspecto muy importante, si hay falta de confianza en algún miembro, ya sea porque haga dudar a algún miembro de su profesionalidad o su capacidad, esto nos avocara a revisiones innecesarias y tareas adicionales en el proceso que nos harán retrasar la entrega del trabajo. Además, genera un ambiente tóxico y tensiones entre los miembros.
Por último, si en alguna lluvia de ideas os habéis quedado bloqueados y no acertáis con ninguna idea adecuada, hay que intentar no bloquearse, otra idea para evitar esto es dividir el equipo en grupos pequeños y cada uno de estos grupo presente 3 o 4 ideas del trabajo.
